2010-04-30

Alas Negras

2 Mordiscos
¿Por qué seria yo uno de los elegidos? Jamás llegue a entenderlo… no completamente hasta aquel día, en el que descubrí que la fuerza de mis poderes estaba mucho más allá de lo que nunca había llegado a imaginar.

Vi como el cielo se oscureció, como los demonios de las sombras se concentraban a nuestro alrededor intentando acorralarnos y como esas enormes alas carbon descendían como afiladas y negras flechas.

Una a una iban cayendo, desapareciendo cada vez que intentaban golpearnos, sentí como un abrasador calor inundaba mi cuerpo, como un intenso fuego recorría mis venas… y mire a mí alrededor…

“No! No caigáis! No dejéis que os sumerjan en su oscuridad!” “Respirad! Respirad!” las voces tronaban en mi cabeza al tiempo que sus cuerpos se derrumbaban en el suelo.

Vi sus almas alejarse, volar, mezclarse como estrellas en el oscuro universo, iluminándonos con sus rayos para darnos la fuerza que necesitábamos hasta que por fin la noche, volvió a tornarse en el día.

2010-04-07

Más que un Regalo

9 Mordiscos
Soy un descendiente de las almas antiguas, almas olvidadas tras el paso de los siglos, mezcladas con la historia, perdidas con los mitos ancestrales a los que nadie parece tener respeto en un mundo rendido a la soberanía de la razón.

Pocos son los que aun me rinden culto, los que recuerdan mi nombre y mi procedencia. Los que aun temen mis poderes y sucumben a la majestuosidad de mi encanto. Un encanto similar al de las sirenas del Pélore, que aunque aterradoras, atraían a los viajeros con sus hermosos cantos.

Un preludio del fin, pues seguramente los que todavía me piensan saben que su muerte significa mi vida, un pequeño sacrificio que puede devolverles mucho a cambio, más de lo que jamás imaginaron.

Una vida sin final, algo muy apetecible a simple vista, aunque en realidad no lo es tanto, ya que siempre suelen pasar por alto el evidente compañero de este regalo: la soledad.


(leer tambien la entrada anterior ^^)

The Highwayman

6 Mordiscos
Con esto espero contagiaros un poquito mi pasión por la literatura inglesa...

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El viento era un torrente de oscuridad entre los agitados árboles
La luna era un galeón fantasmal aventurándose en un mar de nubes
El camino era un lazo de luz de luna, sobre un anochecer púrpura
Y el bandido venía cabalgando,
Cabalgando, cabalgando,
El bandido venía cabalgando, hasta la antigua puerta de la posada.

Tenía un sombrero alto Francés en su frente, un lazo en su barbilla
Un abrigo de seda burdeos, y pantalones café de piel de gama;
Ajustados sin una arruga; ¡sus botas estaban completamente ceñidas!
Y cabalgó en un destellar enjoyado,
Las base de la pistola en un destello,
La empuñadura de su arma brillaba, bajo el cielo estrellado.

Sobre el camino hizo un estruendo y golpeó en el oscuro patio de la posada,
Y tocó ligeramente con su látigo en las persianas, pero todo estaba cerrado y atrancado;
Silbó una melodía a la ventana, y a quien debería estar esperando allí
Era la hija de ojos negros del dueño
Bess, la hija del dueño,
Trenzando un lazo rojo de amor en su cabello negro y largo.

“Un beso, amada mía, salgo tras el tesoro esta noche,
pero volveré con el dorado oro antes de la luz de la mañana;
sin embargo si ellos me apresan, y me retienen durante el día,
entonces búscame a la luz de la luna
espérame bajo la luz de la luna,
aunque el infierno me retuviese en el camino”.

Se levantó de pie en los estribos;
Escasamente podía alcanzar su mano
¡Pero ella desató su pelo en la ventana!
Su rostro ardió como el fuego
Mientras la negra cascada de perfume caía sobre su pecho; y él besó sus ondas a la luz de la luna, ¡Oh, dulces ondas negras a la luz de la luna!,
Y galopó lejos hacia el oeste.

Él no llegó al amanecer; no llegó al mediodía,
Y después del ocre atardecer, antes de la salida de la luna,
Cuando el camino era una cinta gitana rizando el pantano púrpura,
Una tropa de capas rojas venía marchando,
Marchando, marchando
Los hombres del rey Jorge venían marchando, hasta la antigua puerta de la posada.
No dijeron palabra al dueño, a cambio bebieron su cerveza,
Pero amordazaron a su hija y la ataron al pie de su estrecha cama;
¡Dos de ellos se arrodillaron en la ventana, con fusiles a su lado!
Hubo muerte en cada ventana,
Y el infierno en una oscura ventana;
Para que Bess pudiera ver, a través de la abertura, el camino que él cabalgaría.

Ellos la ataron con atención, riéndose y burlándose;
¡Le ataron un fusil a su lado, con el cañón bajo su pecho!
“!Ahora vigila bien!” dijeron, y la besaron.
Ella escuchó al hombre muerto decir
“¡búscame a la luz de la luna
espérame bajo la luz de la luna,
aunque el infierno me retuviese en el camino!”

Torció sus manos por detrás, ¡pero los nudos estaban bien atados!
¡Guió a sus manos hasta que sus dedos estuvieron húmedos con sudor o sangre!
¡Tiraban y forzaban en la oscuridad mientras las horas se arrastraban como años!
Hasta, ahora, en la campanada de medianoche,
Frío, en la campanada de medianoche,
¡La punta de un dedo lo tocó!
¡El gatillo al fin era suyo!

¡Tlot-tlot! ¿Lo estaba escuchando? Las pezuñas del caballo estaban sonaban claro
¡Tlot-tlot, en la distancia! ¿Eran sordos? ¿no escuchaban?
Bajo la cinta de la luz de la luna, sobre la cima de la colina,
El bandido venía cabalgando,
¡Cabalgando, cabalgando!
!Los capas rojas miraron a su rehén! !Ella se levantó derecha y tranquila!

¡Tlot, en el silencio helado! ¡Tlot, en el eco de la noche!
¡Más cerca venía y más cerca! ¡Su cara brillaba como una luz!
¡Sus ojos se abrieron enteros por un instante! Lanzó un último y profundo suspiro,
Entonces su dedo se movió bajo la luz de la luna,
El fusil la hizo pedazos bajo la luz de la luna,
Hizo pedazos su pecho bajo la luz de la luna y lo advirtió a él con su muerte.

Se dio la vuelta; espoleó hacia el oeste; no sabía que ella estaba
Inclinada, con su cabeza sobre el fusil, ¡empapado con su propia sangre roja!
No fue hasta el amanecer que él se enteró; su rostro se volvió gris al escuchar
Como Bess, la hija del dueño,
La hija de ojos negros del dueño,
Había esperado a su amor bajo la luz de la luna, y murió en la oscuridad.

Se volvió, espoleó como un loco, gritando una maldición al cielo
¡Con el blanco camino humeante detrás de él y su arma empuñada en alto!
De roja sangre eran las espuelas en el dorado mediodía; de vino tinto era su abrigo de terciopelo,
Cuando le dispararon en el camino,
Cayó como un perro en el camino,
Y yació en su sangre en el camino, con el lazo en su garganta.

Todavía en las noches de invierno, dicen que cuando el viento es un torrente de oscuridad entre los agitados árboles,
Cuando la luna es un galeón fantasmal aventurándose en un mar de nubes,
Cuando el camino es un lazo de luz de luna, sobre un anochecer púrpura,
Un bandido viene cabalgando,
Cabalgando, cabalgando,
Un bandido viene cabalgando, hasta la antigua puerta de la posada.

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Traducción que hice del poema "The Highwayman" de Alfred Noyes, mi poema favorito, de hecho tiene la frase que quiero tatuarme bajo el pecho... No es nada impresionante traducido al español, que me perdone Alfred Noyes... asique quien quiera leerlo en ingles (antiguo) puede encontrarlo aqui: http://www.potw.org/archive/potw85.html

Loreena Mckennitt, hizo una version cantada, increible, preciosa, y que merece ser escuchada: