2009-11-26

Cenizas a las Cenizas


Se ahoga en el olvido, en las grises cenizas de sus sueños destrozados, siempre evitando mirar atrás, huyendo así de las amargas palabras que le han acompañado durante todo el camino, incluso más de lo necesario, o más de lo que le hubiese gustado.

Estaba cansada de vivir aferrandose a las pocas palabras amables que llegaban a sus oídos, pues hubo un tiempo en el que hubiese hecho cualquier cosa para seguir escuchándolas.

Pero ya no, ya no eran importantes, no tanto como había pensado; ahora cobraba mucha más importancia el hecho de haberse dado cuenta que de quien realmente deseaba escuchar esas palabras había decidido guardar silencio para siempre.

Y si ella no se las decia, poco le importaban las demás.

5 Mordiscos:

Tempi dijo...

Que dolor más retorcido e incrustado... huir no es una solución, al final debes para y buscar dentro de ti las fuerzas para sanarte.

Besos, Trish! :P

La Gata dijo...

Qué duro es no escuchar palabras de la personas de la que te gustaría escucharlas...
Pero a veces es mejor mirar hacia delante y olvidar... aprender a vivir sin escuchar esas palabras...
Besos

Dara dijo...

Pues que no se aferre a palabras, que se aferre a sí misma, ¿no?


miau
con
cola
de
conejo

La guardadora de oxígeno dijo...

Que triste, cómo debía de sufrir.

En fin, encontré tu blog 'vagabundeando' un poco y tal, y nada, que te sigo :).

Anónimo dijo...

A veces, el silencio aturde...

Slds!

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