2009-05-26

Que nos aguarda...

Y allí se encontraba, riendo por necesidad, riendo para olvidar todas las razones que solo le forzaban a no hacerlo, intentando deshacerse de todos esos recuerdos que le habían convertido en la mujer que jamás quiso llegar a ser, pero en la que poco a poco y sin darse cuenta había empezado a transformarse.

Su corazón, roto, cansado de anhelar aquello que siempre deseo y que sabe que jamás conseguirá, porque se ve sola, porque el futuro parece cualquier cosa menos esperanzador…

Su mente, caótica, plagada de pensamientos que intenta ignorar, los pensamientos de esa extraña que ahora habita en ella, y que sin que pueda remediarlo le obliga a hacer cosas que ella nunca se vio capaz de hacer.

Pero en el fondo, no encontraba razones para dejar de ser la persona que era ahora, ¿Qué importaba? Si al fin y al cabo todo el mundo pensaba que era así... aunque en verdad no lo fuese… lo único que parecía verdad en esos momentos era que todos la consideraban una mala persona, no había razones para no serlo, no había motivos para o darles la razón, si te van a acusar de ladrón, entonces roba y que lo hagan con razón.

por Trish

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